Cuando compré mi V Strom 1000, lo primero que hice fue destapizar el asiento original, meterle el cuchillo jamonero, rebajarlo 3 centímetros y reemplazar parte del relleno por gel y viscoelástica. Gané en comodidad y apoyaba los pies en el suelo por completo (mido 1,72 m). Al encargar el asiento le comenté a Márquez esta particularidad: "soy un poco enano y llevo rebajado mi asiento 3 centímetros…" a lo que me respondió que si quería un asiento cómodo, para viajar tandas muy largas, me vaya olvidando de los asientos rebajados. Por muy cómodos que nos puedan parecer, hay una cantidad mínima de material elástico sin el que no se puede conseguir un buen asiento anatómico.
La prueba
Al recibir el asiento e instalarlo me asusté un poco: llegaba al suelo apoyando el segundo metatarsiano del pie (casi de puntillas) y en esa postura, como se venza un poco la moto de lado o esté el firme inclinado es fácil desequilibrarse e irse al suelo: no olvidemos que nuestras V Strom, precisamente por su motor en V y la gran capacidad del depósito de gasolina, tienen el centro de gravedad bastante alto.
La solución parecía clara: utilizaré este asiento sólo para los viajes (con maletas y la moto cargada baja un poco la suspensión trasera) y para diario (la V1000 es mi vehículo cotidiano) utilizo mi asiento actual rebajado. Así que me propuse rodar unos cientos de kilómetros con la moto para probarla y luego volver a mi asiento anterior.
El nuevo asiento ofrece una primera sensación de firmeza, casi os diría que parece duro pero, a medida que van pasando los kilómetros, el acoplamiento es muy bueno y se nota menor fatiga. Por el momento sólo he rodado 200 kilómetros seguidos y puedo confirmar que hay muchísima diferencia entre este asiento y el original.
Conclusiones
Después de un par de semanas con el asiento de Márquez, creo que no voy a poner el antiguo por el momento. Pasados los 15 primeros minutos, en los que me obsesionaba por llegar con los pies planos hasta el suelo, me di cuenta que , salvo que tengas que hacer una parada de emergencia echando los dos pies al suelo, es tan sencillo como bajar un poco la cadera del pie con el que nos apoyemos y llegaremos perfectamente al suelo. Es cuestión de cambiar nuestro "chip" y hacer algo diferente cuando se detiene la moto.
Echad un ojo a este vídeo: mejor verlo que imaginárselo.