La idea expuesta así parece bastante sencilla, cogemos dos esferas y sobre ellas apoyamos una moto. Claro que el paso de la teoría a la práctica hay un trecho. Y para conseguir dar ese paso, los estudiantes del Instituto Charles W. Davidson integrados en el departamento de ingeniería de la Universidad de San José, llevan tiempo trabajando como proyecto de fin de curso. La principal dificultad parece radicar en la manera de transmitir la fuerza con la dirección adecuada a las ruedas de manera funcional y que todo el conjunto de mantenga en pie sin caerse.

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